martes, 14 de agosto de 2012

Relato 2° Una parejita encantadora.



Joder, los tacones me matan hoy especialmente. Odio las calles empedradas, qué queréis, soy moderna. Y muy auténtica.
A ver, número 7, este es. Menos mal, diosito, creí que no llegaba entre aparcar y buscar el portal. Aunque curiosamente a pesar de todo estoy cachonda. Vaya.
Desde que hablé con el chico esta mañana me dio buen rollo y se me puso dura. Nunca lo han hecho con un travesti. A mi me gusta decir una travesti porque yo, a pesar del rabo que me gasto, soy una muñecaza total y lo mío me han costado el pedazo de tetas que veis. Mmmmm…eso sí, les saco un provecho que si lo sé me  lo hago antes.

Me abren, subo, tercer piso, la puerta abierta, ¿hola?, ¿paso?, siiii!! Se oye desde el fondo. Joder, me meo toda. No hay nadie en el salón. ¿Puedo pasar al baño? Detrás de una puerta entreabierta una voz femenina  me dice que sí, que entre, que tranquila. 

Paso, buenaaaaas, ella está sentada en el váter con las bragas bajadas y me sonríe. Se levanta, se seca y me saluda estudiándome de arriba abajo. Qué guapa eres. Le vas a encantar.  Todo sin dejar de sonreír.
Soy delgada, alta, castaña con el pelo largo y flequillo. Hoy llevo una diadema ancha verde. A juego con el vestido ceñido de escote en pico. Voy total con mis taconazos rojos, el mismo tono del sillón que he visto entrando en el salón. Muy Almodóvar todo. Me gusta.  Estoy excitada, mucho.

Ella baja la tapa del váter, se sienta encima y me mira el paquete. Yo me subo el vestido y bajo el tanga, me la saco con la intención de orinar, claro. Pero ella no se aparta y se empieza a relamer. Coño, tengo una erección. ¿Te la puedo chupar un poquito? Es enorme, uffff, qué rica, anda, sólo un poquito… 
Es sexy la nena, me gusta, las tías me ponen sólo cuando son muy guarras. Entonces sí. Con las cortadas se me corta el rollo. Y esta es muy pero que muy cachonda. Esto promete. Me pregunto dónde estará el novio.
Me acerco y me cuenta mientras me la coge que soy su regalo de cumpleaños y que me van a disfrutar los dos. Que les pone muchísimo unas tetas con rabo en el mismo cuerpo. Pues felicidades guapísima, todo para ti… y para tu chico también, vaya, vaya, me digo a mi misma… 

Antes de metérsela en la boca la chupa bien chupada. Se toca. También lleva un vestidito, el suyo de tirantes amarillo. Nos veo en el espejo del baño y me pongo muy burra. Se oyen pasos por el pasillo.
Cariño… ¿dónde estáis? Se oye a un chico. Aquí, mi vida, ven al baño, y me vuelve a sonreir con mi polla en la boca y una cara de zorra que hace que me ría yo también. Él abre la puerta y nos mira con asombro, joder nena, eres lo peor, jajajjaja… instintivamente se toca. Va en pantalón de pijama, blanco con rayitas y enseguida se le nota el bulto. Tiene un buen pollón, parece. Y es guapo. Joder, qué escena. Me muero del gusto. La nena me la come como si le fuera la vida en ello y se sigue tocando. Ya se ha bajado las braguitas para hacerlo mejor. Mira, cariño, ¿a que es guapa? Le dice. Mucho, joder, contesta él mientras se saca el rabo y se lo menea duro como una piedra. Pero qué puta eres corazón, y la mira sonriendo y tragando saliva. Desencajado se acerca un poco.

¿Sabes que se está meando, cielo? Suelta ella. ¿Sí? Pues méanos, ¿lo harías?

He estado con alguna parejita pero nunca me han pedido esto, pienso. Estoy tan caliente que creo que haría lo que me pidieran. Claro que sí, ¿dónde? Ahí en la ducha. Es de plato y grande. Ella se levanta y se saca el vestido. Está muy rica, es menuda pero con cuerpazo. Tiene unas tetitas duras, dan ganas de chuparlas. Se mete a la ducha. Él está al lado mío tocándome el culo por debajo del vestido, jadeando y con cara de perro salido. Le cojo la polla tiesa y la muevo. Qué ganas teníamos de follar con alguien como tú, me dice. Y me toca las tetas por dentro del escote. Tengo los pezones como piedras. 




La nena se ha sentado en el suelo de la ducha y nos dice que Ya, que venga, y se toquetea y se mete el dedito. Y saca la lengua y abre la boca. Me giro hacia ella y empiezo a mearle la cara, él me sujeta la polla a la vez que su mano me toca el culo y los huevos por debajo.  Ella está caliente como una perra y la empapo. Se vuelve loca. Le meo la boca, las tetas, el coño. Su novio me dirige como puede porque  parece que se va a correr de un momento a otro. Me para un poco la mano con la que le muevo el pollón. Qué rico tiene que estar, mmmm, pienso que me lo voy a comer ahora con su novia, las dos a la vez, luego quizás me folle, espero que sí. Están muy buenos los dos. Qué suerte he tenido. Y que encima me paguen por esto. Me encanta mi vida, la verdad. Me ha costado pero se me está arreglando todo a polvos, a polvazos… 
Y qué cerda es ella. Acabo de mearla y se pone de rodillas a chupármela. Y él sigue tocando, ahora me empieza a meter el dedo por el culo y a sobarme las tetas. Joder, qué rico, qué vicio… En el espejo los tres coordinados y cachondísimos…

Cariño, lávate, te esperamos en el sillón, le dice él mientras me lleva de la mano fuera del baño. Ella le guiña un ojo y nos tira un beso. Esperadme que no tardo nada.

En el sillón rojo me siento y, como yo esperaba él se pone delante de mi con la polla dura tocando mi boca. Mientras se la como me baja el vestido por los hombros y saca definitivamente las tetas. Qué pollón tiene, y qué bien sabe. Me lo trago una y otra vez. Me agarra el pelo y me mueve. Ella sale del baño . Ufff, yo también quiero. Se sienta a mi lado y empezamos las dos a jugar con las lenguas. Yo por arriba, ella por abajo, y al revés. Mmmmm, qué bueno, cariño, estás disfrutando, ehhh, mira cómo la tienes, te va a reventar, qué rica, mi amor, ¿así te gusta?¿así las dos?

Él no puede ni hablar. Se retira porque está muy acelerado. Se apoya en la mesa enfrente y nos deja con la boca abierta. Quiero que le metas la lengua en el culito a la nena, me ordena. Ella se pone  a cuatro patas encantada enseñándome todo el agujerito y yo le hago una comida de puta madre por la que ella me había hecho a mi en el lavabo. Le abro las piernas y le toco el coño y le chupo todo lo mojado que está. Se retuerce. Tengo la lengua enorme, como mi rabo, y cuando se la meto en el chochito empieza a chillar de gusto. 
Fóllatela, dice él, levantándose y poniéndose detrás de mi. Le meto el rabazo por detrás y él hace lo mismo conmigo. Por favor, qué gustazo. Estoy en medio de los dos, con el vestido en la cintura y a punto de correrme como una loba en celo. Los tres gemimos y nos movemos a la vez. Cuando ya no puede más saca el rabo de mi culo y se pone delante de ella. Cómetela toda, pero qué cerda eres, cariño, te quiero. Y le da con la pollita en la cara. 
Ven, guapa, ponte aquí delante, me mira invitándome a salirme de la nena.

Vamos a llenarle la carita de leche, le encanta. Anoche follamos pensando en esto, ¿sabes?  Y empieza a tocarse rápido, yo también. Nos corremos a la vez en la boca de aquella zorra deliciosa. Nos chupa hasta no poder más. Con las dos pollas en las manos, incansable, respirando fuerte. 
Él la sube, Qué buena eres, nena, túmbate y ábrete de piernas, enséñale el coño a papá… 
Yo me siento en una silla y me quedo  mirando. Embobada.  Cómo me pone que nos mires, no te muevas, dice ella como puede. Y él se entierra en el charcazo de vulva que tiene delante hasta que la nenita se corre en su cara y él se restriega mientras se empalma otra vez… Ella suspira, recuperándose poco a poco, Adoro ser tu zorra, le susurra a la vez que lo besa largo y profundo. Me miran y un gracias les sale a los dos al mismo tiempo. Nos reímos los tres. Yo no sé cual de los dos me gusta más. Esa noche me hago una paja pensando en ellos… y los días siguientes también… y esperando que me vuelvan a llamar estoy...
                                           


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